OXNARD -- Cada movimiento que ha hecho el
mariscal de campo titular de los Dallas Cowboys,
Tony Romo, en el campamento de entrenamiento ha
sido observado. Eso no es nada nuevo. Lo que es
nuevo es el modo en que esos movimientos han sido
interpretados.
Regresando de una segunda cirugía de espalda en
diciembre pasado, Romo no ha participado en todas
las repeticiones del campamento con el primer equipo
como sucedió la primera vez que volvió de una
intervención en la espalda, en la primavera del 2013.
Eso ha generado confusión y especulación respecto a
cuánto juego le queda al pasador de 34 años de edad.
Lo que ha quedado perdido en la interpretación es
cómo ha lucido Romo cuando ha entenado. Ha lucido
prácticamente igual al pasador que lanzó 31
touchdowns y solamente 10 intercepciones la
temporada pasada.
Mucho se ha discutido acerca de los comentarios de
Wade Wilson respecto a la inconsistencia de Romo
con el pase profundo en el campamento, pero dos de
sus pases más sobresalientes han generado una
conexión larga y un touchdown. Romo tiró 16 pases
la temporada pasada que viajaron más de 31 yardas.
Tuvo 25 en el 2012. El juego aéreo de los Cowboys
no se basa en las rutas largas. Se basa en el juego
intermedio y Romo no tiene problemas con esos
envíos.
Debe existir una preocupación natural respecto a si
Romo puede sobrevivir una temporada. Lesiones de
espalda terminaron con la carrera de Troy Aikman a
la edad de 34. Romo ha dicho que le restan otros
cuatro, cinco o seis años. Debe seguir un protocolo
detallado todos los días para asegurarse de que su
espalda está fuerte. Hace visitas múltiples a la tina
helada a diario. Hace ejercicios específicos para el
tendón de la corva, los glúteos y el abdomen para
cerciorarse de fortalecer su tronco, y quitar presión a
la espalda.
Romo no tiene dudas de que será el de siempre, pero
hay escépticos; del mismo modo en que los ha
habido desde que asumió las riendas en lugar de
Drew Bledsoe en el 2006.
"No todo mundo lo sabe, pero una vez que te
sometes a una cirugía de espalda, debes cambiar el
modo en que haces las cosas", declaró Romo.
"Debes trabajar constantemente en los glúteos, los
isquiotibiales, las abdominales para fortalecer todo
alrededor de esa área y por lo tanto la vida será
diferente después de eso. Pero eso no significa que
no puedas hacer las cosas necesarias para ser
exitoso sobre el campo o lo que sea que desees
hacer. Muchas personas lo han conseguido. Sólo
debes hacerlo. Simplemente requiere trabajo".
TRES MOTIVOS PARA SENTIR OPTIMISMO
1. Los Cowboys contaron con su mejor línea ofensiva
desde el 2007 cuando Flozell Adams, Leonard Davis y
Andre Gurode fueron al Pro Bowl. Han reconstruido la
línea a lo largo de los últimos cuatro años con tres
selecciones de primera ronda en Tyron Smith (2011),
Travis Frederick (2013) y Zack Martin (2014). Son
jugadores prototipo de escuelas grandes, y darán a
Romo tiempo para lanzar el balón, Dez Bryant tiempo
para llegar campo abajo, y a DeMarco Murray espacio
para correr. También dará a la defensiva suficiente
tiempo en las laterales. El compromiso a la carrera
del nuevo encargado de mandar las jugadas, Scott
Linehan, debe quedar de manifiesto para creer de
verdad que los Cowboys cambiarán sus modos, pero
la línea les brinda una dinámica que no han tenido
desde el primer año completo de Romo como titular,
cuando se fueron 13-3.
2. La temporada pasada, Bryant se convirtió en el
primer receptor abierto de los Cowboys con
temporadas consecutivas de al menos 90
recepciones. También obtuvo su primer boleto al Pro
Bowl. A lo largo de los dos últimos años, lleva 25
touchdowns. En el campamento de entrenamiento ha
lucido así de bien, si no es que mejor. Bryant puede
hacer cosas, atléticamente, que sólo un puñado de
receptores de la NFL puede hacer con su tamaño,
velocidad y habilidad. Puede correr por encima o
alrededor de los esquineros. Puede saltar sobre ellos.
Le da a Romo la posibilidad de lanzar un pase malo y
convertirlo en una conexión larga. Todavía necesita
precisar su recorrido de rutas, pero está asumiendo
el rol de líder en la sala de receptores de un modo
serio, ahora que es el de mayor experiencia en el
grupo. El pasado de Linehan con Calvin Johnson
también debe ayudar para quitarle a Bryant algunas
coberturas dobles.
3. No sucedía desde el 2002 que las expectativas
eran tan bajas para los Cowboys, y eso es algo
bueno. Después de dejar pasar su ventana para el
éxito del 2007 al 2010, los Cowboys han sido inflados
por la mayor parte de las últimas cuatro campañas
sin playoffs. Como tienen a un propietario
prominente, sus partidos suelen ser transmitidos a
nivel nacional e internacional, y tienen a un montón
de jugadores reconocibles, muchos siguen
describiendo a los Cowboys como uno de los equipos
más talentosos de la NFL, pese a que no sea cierto.
Después de tres campañas consecutivas con marca
de 8-8 y las pérdidas de DeMarcus Ware, Jason
Hatcher y Sean Lee a la defensiva, pronósticos de
récord de 6-10 o peor han sido escuchados con
mayor frecuencia que otro 8-8. Los Cowboys se
fueron 5-1 en la NFC Este la temporada pasada con la
peor defensiva en la historia de la franquicia. Con
apenas una leve mejoría a ese lado del ovoide, los
Cowboys creen que se pueden meter a la
postemporada.
TRES MOTIVOS PARA SENTIR PESIMISMO
1. Jerry Jones ha dicho más de una vez que la
defensiva mejoraría en el 2014 porque no podía ser
peor que la del 2013. Bueno, tiene razón. No pueden
terminar en el sitio N° 33 de una liga de 32
franquicias, pero los números sí pueden empeorar.
Sin Ware ni Hatcher, con Henry Melton saliendo de
una rotura de ligamento anterior cruzado y con
Anthony Spencer en duda para la Semana 1, los
Cowboys no cuentan con un cazador de mariscales
probado. Perder al recluta de segunda vuelta
DeMarcus Lawrence fue devastador. Cuando el
esquema de Rod Marinelli ha lucido, ha sido gracias a
la presión de los cuatro frontales. Sin un cazador de
pasadores dinámico, los Cowboys dependerán de ola
tras ola de jugadores, pero ese enfoque se basa más
en la esperanza que en la realidad. Sin presión sobre
los mariscales de campo, la secundaria, que tiene sus
propias interrogantes, se verá expuesta nuevamente.
2. Jason Garrett está en el año final de su contrato y
Jones no tiene prisa por otorgarle una extensión.
Tampoco tiene por qué hacerlo, con Garrett
acumulando marca de 29-27 en tres campañas y
fracción. Garrett ha desviado cuestionamientos sobre
su futuro a lo largo del último año y Jones ha
expresado optimismo de que Garrett podría ser su
entrenador a largo plazo. Si los Cowboys arrancan
con el pie izquierdo, entonces el futuro de Garrett
podría convertirse en un tópico a discutir
diariamente, y podría convertirse en distracción.
Jones ha dicho que no obligación de entrar a playoffs
para que Garrett conserve su trabajo. Garrett ha
hecho un buen trabajo de rearmado de plantilla, y
tuvo a los Cowboys a un triunfo en la Semana 17 de
meterse a la postemporada en cada una de las tres
campañas previas, pero no ha terminado el trabajo.
Si no lo consigue en el 2014, es difícil imaginar que
estará de vuelta para el 2015.
3. Si los Cowboys no consiguen un inicio decente con
seis de sus primeros nueve encuentros en AT&T
Stadium, entonces podría ser un año largo; y el
palacio de 1.2 mil millones de dólares no ha brindado
gran ventaja de localía. Dos de los primeros cuatro
oponentes son los San Francisco 49ers y New
Orleans Saints, candidatos serios en la NFC. Los
Cowboys tienen un viaje a Seattle contra los
Seahawks y reciben a los Arizona Cardinals, un
equipo de 10 triunfos hace un año. Tres de los
últimos cuatro encuentros son de gira y el mes de
diciembre no ha sido amable con los Cowboys.
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