Aug 11, 2014

Confidencias de campamento: caen las expectativas para los Cowboys

OXNARD -- Cada movimiento que ha hecho el 
mariscal de campo titular de los Dallas Cowboys, 
Tony Romo, en el campamento de entrenamiento ha 
sido observado. Eso no es nada nuevo. Lo que es 
nuevo es el modo en que esos movimientos han sido 
interpretados.

Tony Romo
Regresando de una segunda cirugía de espalda en 
diciembre pasado, Romo no ha participado en todas 
las repeticiones del campamento con el primer equipo 
como sucedió la primera vez que volvió de una 
intervención en la espalda, en la primavera del 2013. 
Eso ha generado confusión y especulación respecto a 
cuánto juego le queda al pasador de 34 años de edad.

Lo que ha quedado perdido en la interpretación es 
cómo ha lucido Romo cuando ha entenado. Ha lucido 
prácticamente igual al pasador que lanzó 31 
touchdowns y solamente 10 intercepciones la 
temporada pasada.

Mucho se ha discutido acerca de los comentarios de 
Wade Wilson respecto a la inconsistencia de Romo 
con el pase profundo en el campamento, pero dos de 
sus pases más sobresalientes han generado una 
conexión larga y un touchdown. Romo tiró 16 pases 
la temporada pasada que viajaron más de 31 yardas. 
Tuvo 25 en el 2012. El juego aéreo de los Cowboys 
no se basa en las rutas largas. Se basa en el juego 
intermedio y Romo no tiene problemas con esos 
envíos.

Debe existir una preocupación natural respecto a si 
Romo puede sobrevivir una temporada. Lesiones de 
espalda terminaron con la carrera de Troy Aikman a 
la edad de 34. Romo ha dicho que le restan otros 
cuatro, cinco o seis años. Debe seguir un protocolo 
detallado todos los días para asegurarse de que su 
espalda está fuerte. Hace visitas múltiples a la tina 
helada a diario. Hace ejercicios específicos para el 
tendón de la corva, los glúteos y el abdomen para 
cerciorarse de fortalecer su tronco, y quitar presión a 
la espalda.

Romo no tiene dudas de que será el de siempre, pero 
hay escépticos; del mismo modo en que los ha 
habido desde que asumió las riendas en lugar de 
Drew Bledsoe en el 2006.

"No todo mundo lo sabe, pero una vez que te 
sometes a una cirugía de espalda, debes cambiar el 
modo en que haces las cosas", declaró Romo. 
"Debes trabajar constantemente en los glúteos, los 
isquiotibiales, las abdominales para fortalecer todo 
alrededor de esa área y por lo tanto la vida será 
diferente después de eso. Pero eso no significa que 
no puedas hacer las cosas necesarias para ser 
exitoso sobre el campo o lo que sea que desees 
hacer. Muchas personas lo han conseguido. Sólo 
debes hacerlo. Simplemente requiere trabajo".


TRES MOTIVOS PARA SENTIR OPTIMISMO

1. Los Cowboys contaron con su mejor línea ofensiva 
desde el 2007 cuando Flozell Adams, Leonard Davis y 
Andre Gurode fueron al Pro Bowl. Han reconstruido la 
línea a lo largo de los últimos cuatro años con tres 
selecciones de primera ronda en Tyron Smith (2011), 
Travis Frederick (2013) y Zack Martin (2014). Son 
jugadores prototipo de escuelas grandes, y darán a 
Romo tiempo para lanzar el balón, Dez Bryant tiempo 
para llegar campo abajo, y a DeMarco Murray espacio 
para correr. También dará a la defensiva suficiente 
tiempo en las laterales. El compromiso a la carrera 
del nuevo encargado de mandar las jugadas, Scott 
Linehan, debe quedar de manifiesto para creer de 
verdad que los Cowboys cambiarán sus modos, pero 
la línea les brinda una dinámica que no han tenido 
desde el primer año completo de Romo como titular, 
cuando se fueron 13-3.

2. La temporada pasada, Bryant se convirtió en el 
primer receptor abierto de los Cowboys con 
temporadas consecutivas de al menos 90 
recepciones. También obtuvo su primer boleto al Pro 
Bowl. A lo largo de los dos últimos años, lleva 25 
touchdowns. En el campamento de entrenamiento ha 
lucido así de bien, si no es que mejor. Bryant puede 
hacer cosas, atléticamente, que sólo un puñado de 
receptores de la NFL puede hacer con su tamaño, 
velocidad y habilidad. Puede correr por encima o 
alrededor de los esquineros. Puede saltar sobre ellos. 
Le da a Romo la posibilidad de lanzar un pase malo y 
convertirlo en una conexión larga. Todavía necesita 
precisar su recorrido de rutas, pero está asumiendo 
el rol de líder en la sala de receptores de un modo 
serio, ahora que es el de mayor experiencia en el 
grupo. El pasado de Linehan con Calvin Johnson 
también debe ayudar para quitarle a Bryant algunas 
coberturas dobles.

3. No sucedía desde el 2002 que las expectativas 
eran tan bajas para los Cowboys, y eso es algo 
bueno. Después de dejar pasar su ventana para el 
éxito del 2007 al 2010, los Cowboys han sido inflados 
por la mayor parte de las últimas cuatro campañas 
sin playoffs. Como tienen a un propietario 
prominente, sus partidos suelen ser transmitidos a 
nivel nacional e internacional, y tienen a un montón 
de jugadores reconocibles, muchos siguen 
describiendo a los Cowboys como uno de los equipos 
más talentosos de la NFL, pese a que no sea cierto. 
Después de tres campañas consecutivas con marca 
de 8-8 y las pérdidas de DeMarcus Ware, Jason 
Hatcher y Sean Lee a la defensiva, pronósticos de 
récord de 6-10 o peor han sido escuchados con 
mayor frecuencia que otro 8-8. Los Cowboys se 
fueron 5-1 en la NFC Este la temporada pasada con la 
peor defensiva en la historia de la franquicia. Con 
apenas una leve mejoría a ese lado del ovoide, los 
Cowboys creen que se pueden meter a la 
postemporada.

Jason Garrett, Jerry Jones
TRES MOTIVOS PARA SENTIR PESIMISMO

1. Jerry Jones ha dicho más de una vez que la 
defensiva mejoraría en el 2014 porque no podía ser 
peor que la del 2013. Bueno, tiene razón. No pueden 
terminar en el sitio N° 33 de una liga de 32 
franquicias, pero los números sí pueden empeorar. 
Sin Ware ni Hatcher, con Henry Melton saliendo de 
una rotura de ligamento anterior cruzado y con 
Anthony Spencer en duda para la Semana 1, los 
Cowboys no cuentan con un cazador de mariscales 
probado. Perder al recluta de segunda vuelta 
DeMarcus Lawrence fue devastador. Cuando el 
esquema de Rod Marinelli ha lucido, ha sido gracias a 
la presión de los cuatro frontales. Sin un cazador de 
pasadores dinámico, los Cowboys dependerán de ola 
tras ola de jugadores, pero ese enfoque se basa más 
en la esperanza que en la realidad. Sin presión sobre 
los mariscales de campo, la secundaria, que tiene sus 
propias interrogantes, se verá expuesta nuevamente.

2. Jason Garrett está en el año final de su contrato y 
Jones no tiene prisa por otorgarle una extensión. 
Tampoco tiene por qué hacerlo, con Garrett 
acumulando marca de 29-27 en tres campañas y 
fracción. Garrett ha desviado cuestionamientos sobre 
su futuro a lo largo del último año y Jones ha 
expresado optimismo de que Garrett podría ser su 
entrenador a largo plazo. Si los Cowboys arrancan 
con el pie izquierdo, entonces el futuro de Garrett 
podría convertirse en un tópico a discutir 
diariamente, y podría convertirse en distracción. 
Jones ha dicho que no obligación de entrar a playoffs 
para que Garrett conserve su trabajo. Garrett ha 
hecho un buen trabajo de rearmado de plantilla, y 
tuvo a los Cowboys a un triunfo en la Semana 17 de 
meterse a la postemporada en cada una de las tres 
campañas previas, pero no ha terminado el trabajo. 
Si no lo consigue en el 2014, es difícil imaginar que 
estará de vuelta para el 2015.

3. Si los Cowboys no consiguen un inicio decente con 
seis de sus primeros nueve encuentros en AT&T 
Stadium, entonces podría ser un año largo; y el 
palacio de 1.2 mil millones de dólares no ha brindado 
gran ventaja de localía. Dos de los primeros cuatro 
oponentes son los San Francisco 49ers y New 
Orleans Saints, candidatos serios en la NFC. Los 
Cowboys tienen un viaje a Seattle contra los 
Seahawks y reciben a los Arizona Cardinals, un 
equipo de 10 triunfos hace un año. Tres de los 
últimos cuatro encuentros son de gira y el mes de 
diciembre no ha sido amable con los Cowboys.


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