Jul 21, 2014

Jason Garrett enfrenta un año crucial en el 2014 al frente de los Cowboys

Se trata de la temporada más importante en la carrera como entrenador en jefe de Jason Garrett con los Dallas Cowboys.

Eso llega después del 2013, que había sido la más importante. Y el 2012. Y probablemente la del 2011, aun si se trató de su primera campaña completa como entrenador en jefe y la temporada baja se vio acortada por el cierre patronal. Se trata de Dallas, después de todo, donde ganar es un derecho de nacimiento, aun si esos aficionados nacidos después del 28 de enero del 1996, nunca han visto a su equipo llegar al Juego de Campeonato de Conferencia.
 
Pero ahora es de verdad. Este año --2014-- es el más importante en la carrera como entrenador de Garrett.
 
Básicamente lo decimos porque no hay más opciones para Garrett. No está bajo contrato para el 2015 con los Cowboys. Está en un año de contrato del mismo modo que lo están Dez Bryant, Bruce Carter y DeMarco Murray.
 
La buena noticia para Garrett es que las expectativas externas nunca han sido más bajas durante su mandato como entrenador en jefe de los Cowboys. Las predicciones de temporada baja, que no importan demasiado de todos modos, pronostican a los Cowboys registrando marcas entre 8-8 a 5-11 o peor.

La mala noticia es que tiene una defensiva con un montón de interrogantes en todos los niveles. Elijan a un liniero defensivo y hay dudas. Elijan a un apoyador y hay dudas. Elijan a un back defensivo no llamado Barry Church u Orlando Scandrick, y hay dudas.

A la ofensiva, las cosas lucen mucho mejor, proveído que el mariscal de campo Tony Romo sea capaz de volver de una cirugía de espalda y jugar a un nivel alto. Para algunos esa podría ser una condicionante mayor considerando la edad de Romo (34), pero el sentimiento generalizado es que todo estará bien con el mariscal de campo, quien tuvo 31 touchdowns y 10 intercepciones en 15 inicios en el 2013. Sumen a Bryant, Jason Witten, Murray y una línea ofensiva que debe ser la mejor de la franquicia desde el 2007 y podemos imaginar a la ofensiva consiguiendo yardas y números a lo largo de la campaña.

En eso se debe recargar Garrett si desea ser el entrenador en jefe de los Cowboys, o de otro equipo, en el 2015. El problema es que Garrett debe confiar en algo fuera de su control.

Una de las temáticas de Garrett en el 2013 era que entraba a la temporada hasta entonces más importante de su carrera como entrenador si la capacidad de hacer lo que mejor hace --mandar a la ofensiva-- porque Jerry Jones cedió esas responsabilidades a Bill Callahan. Garrett no estará mandando la ofensiva en el 2014 una vez más, pero tampoco lo hará Callahan. Garrett al menos tiene a su elegido, Scott Linehan, como encargado esta temporada, así que es una leve ventaja para él.

La mejor noticia para Garrett es que si llega a los playoffs, puede controlar su futuro.

Observando de manera objetiva lo que ha hecho desde que tomara las riendas como entrenador en jefe de tiempo completo, han existido señales positivas y errores que han costado juegos a los Cowboys. La dirección general del equipo es mejor de lo que era cuando asumió el mando. Troy Aikman dijo en el actual receso de temporada que si Garrett no regresa para el 2015, entonces el siguiente entrenador en jefe se beneficiará de la base construida por Garrett.

No hay muchos fuera de Valley Ranch que dan a los Cowboys una oportunidad de competir en la NFC Este en el 2014. Los Cowboys se fueron 5-1 en la división el año pasado y tuvieron a la peor defensiva de la liga. Si son ligeramente mejores defensivamente este año, ¿no podrían competir? ¿En qué momento se convirtieron los Philadelphia Eagles, New York Giants y Washington Redskins tales potencias?

Si los Cowboys se meten a los playoffs, ¿se volvería a poner de moda el nombre de Garrett? ¿Echarían un vistazo los demás equipos al desastre que heredó, el modo en que mantuvo competitivo al equipo durante la reconstrucción, cómo trabajo con el propietario y gerente general Jerry Jones, y sería considerado bajo una perspectiva distinta a la que se tiene de él ahora?

Quizás, y eso lo pondría en una posición de ventaja.

Garrett no hablará de su futuro sin importar cuántas veces se le pregunte. Ofrece la misma respuesta sobre mantenerse enfocado en ser el mejor entrenador posible todos los días. Jones ha sido paciente con Garrett y no le importa que el entrenador entre a la temporada sin garantías. Jones quiere ver a los Cowboys cosechar las recompensas de soportar algunos de los errores de Garrett gracias a su inexperiencia en sus primeras tres campañas.

Esta semana, Jones estará sentado junto a Garrett y se le preguntará sobre el status a largo plazo del entrenador en jefe. Profesará su fe en Garrett, destacará lo que ha hecho en los últimos tres años y hablará del potencial de postemporada para el 2014.

Si no llegan los playoffs tras esta campaña, entonces todo se viene abajo.
Por esa razón, este año --el 2014-- es el más importante en la carrera de Garrett como entrenador.

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