El mariscal de campo México-americano de los Dallas
Cowboys entrenó por vez primera desde que se
lastimó la espalda en el penúltimo juego de la
temporada pasada.
Romo fue uno de los 88 jugadores de los Cowboys
que comenzaron las prácticas de pretemporada, de
manera oficial, este jueves en el campamento de
Oxnard, California.
"Me siento en perfectas condiciones", dijo Romo,
quien en diciembre pasado fue operado de la espalda
por segunda ocasión en 15 meses. "Me siento bien,
rejuvenecido y creo que estoy listo para competir".
A sus 34 años de edad y 11 en la NFL, Romo dijo que
la mejor parte de su carrera aún está por venir.
"Personalmente siento que apenas he comenzado a
ser el jugador que quería ser hace seis o siete años",
mencionó en Oxnard. "Creo que en el curso de los
próximos cuatro o cinco años, verán la mejor versión
de mí".
Romo tomó la titularidad de los Cowboys en el sexto
partido del 2006 y desde entonces ha sido el primer
quarterback indiscutible. Ha ganado 64 partidos con
29,565 yardas y 208 touchdowns por pase; además
de establecer todas las marcas individuales
trascedentes de la franquicia en la posición, aún por
encima de dos mariscales de campo legendarios,
miembros del Salón de la Fama: Roger Staubach y
Troy Aikman.
El gran problema, a diferencia de los ganadores de
Super Bowl, Staubach y Aikman, es que sólo ha
guiado a su equipo a un triunfo en postemporada, la
que desconocen en las últimas cuatro temporadas
consecutivas.
"Tony se ve bien en todos los aspectos", dijo el
nuevo coordinador ofensivo de los Cowboys, Scott
Linehan.
"Es un gran quarterback. Ahora que trabajo cerca de
él me doy cuenta de muchos más atributos de los
que pensé que tenía".
Romo entrenó con el resto de sus compañeros casi en
condiciones similares. De acuerdo a diversos
reportes, sólo fue limitado en el tipo de jugadas que
pudieran tener algún roce con defensivos. El pasador
cree que pudo practicar al 100 por ciento desde la
fase final del programa de receso de temporada,
como las actividades organizadas del equipo y el
minicampamento, pero también reconoce que su
responsabilidad es cuidarse.
"Podría haber pasado por todo eso", afirmó. "Pero
tengo que ser listo. Tenía que seguir el plan médico.
Será una temporada larga".
En su primer entrenamiento, los Cowboys, separaron
a la ofensiva de la defensiva en cada uno de los dos
campos que tienen en sus instalaciones californianas.
La primera vez que se presente el contacto entre
ambas unidades será el sábado. Sin embargo, Romo
no tendrá que preocuparse de ser golpeado hasta el
7 de agosto, cuando los Cowboys visiten a los San
Diego Chargers para el primer juego de
pretemporada.
"Sé que los golpes llegarán en algún momento. Es
inevitable", dijo Romo. "No tengo miedo, estaré bien.
Sólo tengo que estar preparado y seguir las rutinas
de médicos y preparadores físicos".
Explicó que su programa de rehabilitación es de hasta
cuatro horas diarias. Incluso, ahora con la apertura
del campamento de prácticas, tiene que calentar y
realizar ejercicios de flexibilidad por más de dos
horas antes de salir a entrenar.
"Mi cuerpo cada vez estará más sano", dijo. "Y yo
voy a estar mejor. Llegó el momento, estoy
emocionado. Aquí empezamos otra temporada más".
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